miércoles, 27 de julio de 2011

Vulvovaginitis


La vulvovaginitis es uno de los problemas ginecológicos más frecuentes.

Una amplia variedad de trastornos puede producir síntomas vulvovaginales.

La vulva está constituida por el monte de Venus, los labios mayores y menores, el cítoris y el vestíbulo; contiene el meato urinario, el orificio vaginal, las glándulas de Bartholin (glándulas vestibulares mayores), los conductos de las glándulas de Skene (uretrales) y las glándulas vestibulares menores. 

La vulva es susceptible a cualquier trastorno que afecte la piel y las estructuras relacionadas , incluidas psoriasis, reacciones de hipersensibilidad y neoplasias benignas y malignas. 

La vaginitis se caracteriza por uno o más de los siguientes síntomas: aumento del volumen de secreción; color anormal (amarillento o verdoso); prurito vulvar, irritación o ardor dispareunia y mal olor. 

Las vaginitis pueden ser causadas por microorganismos infecciosos (p. ej., especies de Candida, Gardnerella y Trichomonas) o por cambios atróficos. 

Los síntomas de otros trastornos vulvovaginales, como las distrofías vulvares, las dermatitis vulvares y otras afecciones cutáneas de la vulva, pueden ser similares a los de las vaginitis. 

La infección aguda por el virus del herpes simple genital puede causar síntomas vulvares que requieren valoración y tratamiento expeditos. 

El tratamiento de la vulvovaginitis va a depender del agente etiológico que la este provocando, así mismo los medios de cultivo  y diagnóstico pueden variar, siendo un factor determinante la experiencia clínica del médico tratante. 


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